Sport Boys de El Callao se había reforzado con dos uruguayos y un argentino en la temporada 2001. Eran los charrúas Rómulo Fernández y Matías Espíndola, y el platense Martín Fúriga, suplente del famoso Martín Palermo en Estudiantes de La Plata. Luego de la presentación los jugadores se retiraron a sus domicilios y en el trayecto, en plena zona de estacionamiento en el Estadio Miguel Grau, un despistado periodista de un portal de la Internet se acercó a uno de los refuerzos y le pidió una entrevista, el futbolista aceptó gustoso. "Estamos con Martín Furiga, nuevo elemento de Sport Boys que ha venido a ser el hombre gol del conjunto del puerto, y bla, bla, bla" (introducción de un minuto del reportero), ¿qué le prometes a la sufrida hinchada rosada? El jugador, entre sorprendido y risueño, respondió: "yyyyyy.... sho no soy Martín Fúriga. Sho soy Matías Espíndola, Fúriga sha se fue". El periodista se quedó mudo, no sabía si seguir con la entrevista (ya a Espíndola) o disculparse por la confusión y retirarse para evitar un bochorno mayor. Lo cierto es que nunca más volvió a un entrenamiento en El Callao. Empezó a ir a La Victoria, donde, felizmente, no había rioplatenses como para confundirse inocentemente.
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