El combinado de Inglaterra, con todas sus estrellas, se había impuesto de forma holgada al del débil San Marino, en choque de preparación para el Mundial Alemania 2006. La noticia de la victoria inglesa fue incluida dentro del repaso de los amistosos premundialistas por las emisoras deportivas en Lima. Uno de los comentaristas de una de ellas mencionó que "Inglaterra, con Beckham, Owen y compañía, había aplastado a San Marino, una ¡pequeña isla europea!". Es probable que pocos se hayan percatado del desliz, porque quizás no saben que San Marino no es una isla y, en el peor de los casos, no estaban enterados de su existencia. Lo cierto es que La Serenísima República de San Marino es el país más pequeño y antiguo de Europa, y uno de los más pequeños del mundo. Está enclavado en Italia y depende sobremanera de esa nación. ¿Y su selección de fútbol? Es prácticamente un convidado de piedra en el Viejo Continente.
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