Ricardo Cano era un delantero que apareció con vértigo a fines de la década de los años ochenta en Alianza Lima. Era parte del trío que completaban Carlos Basombrío (que acabó como lateral) y el brasileño Rosinaldo Lopes (ex Sporting Cristal y Defensor Lima) en el equipo conducido técnicamente por el brasileño José Carlos Amaral. Cano era muy hábil, encarador, hacía goles, pero su fuerte era fallarlos. No era el nueve clásico, el que está metido entre los centrales, simplemente servía al ariete. Un vez le llegó una propuesta del ignoto fútbol de Sudáfrica y, cuando estaba a punto de partir a ese país, un colega le preguntó cómo iba a hacer con el idioma, porque allá no se habla español. El futbolista, que hoy debe andar retirado del fútbol luego de jugar en Deportivo Aviación de Segunda División, respondió: "Me preocupa el hecho de no hablar ¡africano!, pero seguro tendré un traductor para no complicarme en la comunicación". Aparentemente al ex jugador aliancista, de Sport Boys y de equipos menores en Perú el agente o el contacto que lo llevó a Orlando Pirates FC de Johannesburgo (su escudo en la imagen) no le avisó que en esa nación y en otras del continente negro el idioma oficial es inglés y sólo en zonas exclusivas, como Ciudad del Cabo, se habla afrikaans (una mezcla entre holandés e inglés)
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