jueves, 25 de diciembre de 2008
Un fiasco con olor a café
Alianza Lima quería jugársela con elementos de las canteras para ser campeón en la temporada 2008. El arquitecto Carlos Franco Chipoco, presidente interino del club tras la licencia de don Alfonso De Souza Ferreira, aseguró que con los jóvenes y algunos jugadores experimentados el cuadro de Miguel Ángel Arrué iba a dar que hablar en la campaña. Uno de los refuerzos fue el delantero colombiano Jorge Horacio Serna, quien llegó a Matute precedido de un currículo importante. Había jugado en FC Caracas en Venezuela, Peñarol de Uruguay, Colo Colo de Chile, DIM y Atlético Nacional de Colombia y Como de Italia, en los que se cansó de marcar goles, según el dirigente Mauricio Prado, yerno de Luis De Souza Ferreira. Al pisar el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, Serna prometió sonriente al menos 15 goles con la camiseta aliancista. Pero no pudo marcarlos. Ni siquiera se estrenó como artillero. Se fue en cero. Con la pólvora mojada. Y es que se falló goles infames. Y volvió a Colombia para fichar por el modesto Envigado, en el que hizo ocho goles en siete meses. Lo que pocos saben es que Serna, ex seleccionado por su país, se había lesionado en los últimos meses del 2007, por lo que estuvo un mes inactivo y luego, cuando recibió la ofertaza de Alianza (dicen que ganaba 10 mil dólares), no había hecho pretemporada para afrontar el torneo anual. Llegó a La Victoria, se puso en forma y, como vio que Richard Páez no lo tenía en sus planes, rescindió contrato y se llevó la plata fácil. ¡Provecho!
Amigos y rivales
Franco Navarro (en la foto) era entrenador de Cienciano en el Torneo Apertura 2008 y antes de que finalice ese certamen la prensa deportiva voceaba a Julio César Uribe como su sucesor en ese club. Navarro, enterado de los contactos entre el inefable Juvenal Silva y el "Diamante", empezó a declarar a los periodistas de que no le extrañaba que su ex compañero en la selección estuviera negociando a sus espaldas cuando él ostentaba el cargo. "Lo conozco desde hace años. Sé de qué pie cojea", dijo el "Pepón" en la Ciudad Imperial. Uribe, al escuchar los comentarios de su colega, no quiso responderle y sólo atinó a reírse. Una semana después Juvenal Silva presentó a Uribe como nuevo entrenador del cuadro cusqueño para el Torneo Clausura y el ex jugador del América de México aseguró, entre otras cosas, que no iba a tomar ninguna represalia contra Franco Navarro Mandayo, hijo del ex goleador e integrante de la nómina profesional de Cienciano. Tras cinco fechas del segundo certamen del año, Navarro Junior ni apareció entre los suplentes. Uribe, contradiciendo sus palabras, lo había marginado del plantel. "Franquito", cansado de la indiferencia del jetón, volvió a Lima, pidió que lo presten a otro club, pero Juvenal Silva, sapazo como el solo, pidió por la cesión como si se tratara de Lionel Messi. Narravo fue a probarse al FC Brujas de Bélgica y luego, ya en la capital, quedó inactivo hasta el final de la temporada. En el 2009 jugará por Sporting Cristal, donde su progenitor fue goleador antes de retirarse del fútbol en 1995. (Foto: Diario del Cusco)
Dirigentes del montón
El veterano Alejandro Pedemonte Thompson es un hincha acérrimo del Sport Boys y en el 2008 fungió, gracias al impresentable presidente Luis Mattos, como tesorero de la institución rosada. Una tarde en El Callao, después de que el cuadro rosado fuera humillado (otra vez) en el Torneo Apertura, los periodistas le preguntaron por la situación económica de los jugadores, que estaban impagos, en muchos casos por más de cuatro meses. Pedemonte respondió: "Yo, cuando no me pagaban, hacía taxi en mis ratos libres, o me las ingeniaba para ganar dinero si mi empleador no me cumplía, lo mismo deben hacer los futbolistas del club en este momento". Este comentario inapropiado y absurdo causó indignación en el plantel que dirigía Eusebio "Chevo" Salazar, que, pese a ello, siguió jugando el campeonato sin ver soluciones alentadoras. Finalmente, Boys, cuyo último título nacional lo celebró en 1984, se despidió de la máxima categoría y en el 2009 jugará en la Segunda División. Que el destino libre al cuadro chalaco de más dirigentes como Luis Mattos, o como el mismo Pedemonte, quienes, pese al entusiasmo, sólo llevaron al club a la ruina absoluta. Y pensar que dijeron que Boys es más grande que sus problemas.
Con el pie izquierdo
Universitario de Deportes necesitaba urgente a un delantero que defina todas las oportunidades que generaba en los compromisos del Torneo Descentralizado del 2001. Por eso la directiva contrató los servicios de Adrián Alberto Gorostidi (en la foto), un argentino que militaba en Atlético Colón de Santa Fe. Una tarde, en un duelo ante Sport Coopsol de Trujillo por el Torneo Apertura de ese año, Gorostidi tuvo la oportunidad de mostrarse antes los hinchas en el Estadio Monumental de Ate. En una jugada alevosa el juez del encuentro cobró un tiro libre directo a favor de los cremas y de inmediato el zurdo rioplatense cogió el balón y lo colocó en el punto señalado. Estaba dispuesto a convertir su primer gol y gritarlo con la "Trinchera Norte". El disparo potente del ex jugador de Belgrano de Córdoba se dirigió hacia el banderín del córner y, finalmente, el árbitro cobró saque de meta. Gorostidi no podía creerlo y sus compañeros, sorprendidos, sólo atinaron a mirarlo. Ya en el camarín, los jugadores de la "U" se vestían en silencio y el ariete bonaerense sólo dijo: "Muchachos, les juro, en serio, que yo jugaba bien". El futbolista dejó el club al poco tiempo y hoy, felizmente, está retirado del fútbol.
No es La Voz
El desaparecido periodista Littman Gallo, hincha fanático de Alianza Lima, viajó a Argentina en la década de los años ochentas para cubrir un encuentro internacional de la selección peruana. Culminado el compromiso, "Gallito", como le decían en su círculo más íntimo, volvió al hotel en el que se alojaba y pidió en la recepción que por favor le pasen la voz a las 6 de la mañana porque su vuelo de vuelta a Lima salía al mediodía. "No se preocupe señor, así será", le dijeron. Al día siguiente, "Gallito" se despertó, vio el reloj que estaba en el aparador y se dio cuenta de que eran las 10 y 30 del día. ¡Había perdido el avión!. De inmediato llamó desesperado a la recepción y reclamó. "Señor, nosotros cumplimos estrictamente sus órdenes, fíjese en la puerta de su habitación", le respondieron. Y "Gallito" se acercó, bajó la mirada y vio, embolsado, el Diario La Voz. ¡Plop!
Comentario gaseoso
Salomón Libman Pastor peleó la baja con Sport Boys en el Torneo Apertura 2008. Y pasó a Alianza Lima en el Clausura con la intención de ser campeón. Pero la suerte no lo acompañó. Tuvo que esforzarse al máximo para evitar que el cuadro blanquiazul pierda partidos clave en el último tramo del segundo certamen del año. Libman, nacido en El Callao en 1984, se erigió así como una de las figuras del club de La Victoria, que logró salvarse del descenso en la penúltima fecha de la temporada. La directiva lo premió con la ampliación de su contrato, por lo que será íntimo hasta el 31 de diciembre del 2009. Una tarde, luego de que Alianza le ganara por 3-1 a Juan Aurich en Chiclayo, Libman evitó goles cantados del "Ciclón" en las postrimerías del compromiso. Luego de la finalización del encuentro, un periodista de CMD se le acercó a preguntarle por su sobresaliente actuación, y el portero respondió suelto de huesos: "Son gases del oficio". ¡Plop! (Foto: Cortesía Terra Perú)
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