domingo, 16 de mayo de 2010
Castigado en la altura
Pavel Villavicencio era un talentoso mediocampista ofensivo. Su mejor época fue en San Agustín. En 1997, con el equipo santo ya descendido, recaló en el Alcides Vigo Hurtado. Villavicencio era suplente del brasileño Eduardo Esidio -quien llegó como volante ofensivo- en el equipo policial. Una tarde, el también ex jugador del Deportivo Sipesa de Chimbote le dijo al experimentado entrenador Luis Roth que 'Edú' era delantero, no volante, zona en la que hacía dupla en la creación con su compatriota Aguinaldo Ota. "Profe, no quiero entrometerme en su trabajo, pero yo creo que Esidio es delantero y se comprende bien con Rosinaldo Lopes en el ataque". Roth escuchó la sugerencia de Villavicencio y le cambió de puesto a Esidio. Entre el atacante nacido en Santa Rita do Passa Quatro y Rosinaldo marcaron como 20 goles en el Descentralizado. Por eso, pasaron a un equipo grande en 1998. Esidio firmó por Universitario y Rosinaldo por Cristal, y Villavicencio, que reclamaba un lugar entre los titulares, reforzó al... Unión Minas de Cerro de Pasco. En la actualidad, trabaja en una academia de fútbol en Los Olivos.
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